Celular Note 10 Pro
El Xiaomi Redmi Note 10 Pro es el smartphone más poderoso de la serie. Con una pantalla AMOLED Full HD+ de 6.67 pulgadas y tasa de refresco de 120Hz, el Redmi Note 10 Pro está potenciado por el procesador Snapdragon 732G de Qualcomm, con 6GB o 8GB de memoria RAM y 64GB o 128GB de almacenamiento interno expandible.
Ficha técnica del Xiaomi Redmi Note 10 Pro
XIAOMI REDMI NOTE 10 PRO | |
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PANTALLA | 6,67” 120 Hz HDR10 |
PROCESADOR | Qualcomm Snapdragon 732G |
RAM | 6/8 GB RAM LPDDR4X |
ALMACENAMIENTO | 64/128 GB UFS 2.2 |
CÁMARAS TRASERAS | 108 MP f/1.9 UGA 8 MP f/2.2 5 MP telemacro f/2.4 2 MP profundidad |
CÁMARA FRONTAL | 16 MP f/2.45 |
BATERÍA | 5.020 mAh + 33W |
SISTEMA OPERATIVO | Android 11 + MIUI 12 |
CONECTIVIDAD | WiFi, NFC, Bluetooth |
DIMENSIONES Y PESO | 164 x 76,5 x 8,1 mm x 193 g |
OTROS | IP53, lector de huella lateral, estéreo Dual SIM, IR |
Diseño: a la rica mecedora
Son cuatro cámaras traseras (que luego describiremos) que se reparten en un sub-módulo superior, con mucho más protagonismo para la principal y su sensor de 108 megapíxeles, el cual con el que es el primer desnivel con respecto a la trasera crea una protuberancia que pide a gritos funda, más que por la protección por el extremo balanceo que experimentaremos si lo usamos apoyado en una superficie. Estas cámaras encajan en una trasera con acabado en brillo y un muy discreto degradado que no resbala, aunque es un imán para las huellas dactilares.
Esta superficie favorece el buen agarre, al no deslizarse y al estar muy bien integrada en el marco de metal, también en brillo y cortando en los lados superior e inferior (de nuevo, como en los Mi 10T y el Vivo). Buenas noticias son que la trasera se curva pero no la pantalla, siendo un móvil cómodo de sostener y de usar.
No es un móvil grueso, sobre todo teniendo en cuenta que tiene una batería de tamaño considerable.
No es un móvil grueso, sobre todo teniendo en cuenta que tiene una batería de tamaño considerable. De la selección que presentamos a continuación no gana en volumen o peso, siendo algo más compacto que el Redmi Note 9T teniendo la pantalla ligeramente más grande, aunque es un móvil más bien grande y largo (20:9).
Considerando que actualmente no es complicado encontrarnos con un móvil que pasa de los 200 gramos, los 193 del Redmi 10 Pro son, quizás, un dato positivo si huimos de estos smartphones más pesados. Más allá de comparaciones numéricas, el Redmi Note 10 Pro no cansa ni resulta pesado tras usarlo todo el día.
Decíamos que la pantalla no dibuja curvaturas a los lados y lo que tampoco dibuja es notch, algo que ya no solemos ver, heredando así el agujero en pantalla en la parte izquierda que vimos en el Redmi Note 9T pero en el centro, en esta ocasión. El auricular emerge de manera muy discreta entre el borde de metal y la pantalla, estando uno de los altavoces en el borde superior y el otro en el inferior, colocado a un lado del USB tipo C en el borde inferior.
Hablando de audio y de diseño, anticipamos que habemus conector de 3,5 milímetros, aunque en la parte de arriba. Y pese a ser un panel AMOLED, el lector de huellas está en un lateral.
En general nos parece un móvil muy bien construido, que en el caso del tono gris oscuro llega a ser elegante y discreto. Los materiales parecen de calidad y lo único que quizás sea una pega a la larga (aunque lo llevemos con funda) es que los escalones de los módulos pueda quedar más fácilmente polvo y micropartículas.
Pantalla: uno de los mejores puntos del Redmi Note 10 Pro
La interacción con el Redmi Note 10 Pro sucede gracias a una pantalla AMOLED de 6,67 pulgadas con resolución 2.400 x 1.080 píxeles y una densidad de píxeles de 394 píxeles por pulgada. El ratio de contraste es de 4.500.000:1, el brillo máximo pico de 1.200 nits y la tasa de refresco máxima de 120 hercios, siendo 240 Hz la táctil.
Tratándose de un móvil de gama media, sobre el papel son especificaciones que nos esperaríamos de un móvil así, más bien ambicioso dentro de esta demarcación. El FullHD+ ha demostrado ser una resolución más que suficiente para dar una buena experiencia de visualización, y aunque la densidad no destaca, en cuanto a definición es un panel más que correcto.
Viene algo saturada de fábrica, y aquí nos acordamos de golpe que MIUI es una capa con distintos niveles de ajustes según de qué móvil (o rango) se trate. Vemos algunas opciones para configurar la pantalla, pero no tan a la carta como en el Xiaomi Mi 11. Aún así, cambiando al esquema de colores estándar (y variando un poco el tono) queda algo más natural y agradable.
En este menú de ajustes vemos también el de la tasa de refresco, que podemos dejar en los 60 hercios estándar o bien optar por el máximo de 120 Hz. Posteriormente hablaremos de si vemos que afecta o no a la autonomía, pero en general se agradece la fluidez extra de los 120 Hz y es un añadido que aconsejamos tener activado, dado que a 60 Hz incluso el scroll y el salto de una app a otra se ralentiza (casi se nota más en esto que en juegos).
En cuanto al resto de ajustes de pantalla, pese a ser la versión ligeramente recortada de MIUI se mantienen la mayoría de opciones que al final condicionan nuestra interacción y experiencia, como configurar la pantalla completa por app, el modo oscuro o activar el modo de lectura. Para configurar la pantalla siempre activa (pantalla ambiente) y las posibilidades de la pantalla de bloqueo tendremos que ir a la sección correspondiente en ajustes, donde también podemos activar las opciones de despertar pantalla al levantar o al dar dos toques.
La navegación ya tiene su sección dentro del apartado de pantalla de inicio, donde podremos además cambiar la configuración de las apps (que desde el preload ya podemos elegir entre cajón o escritorio). Si seleccionamos los gestos de navegación aprovecharemos un poco más la superficie disponible de pantalla.
Hablando de esto, como hemos comentado en diseño, la cámara asoma por un agujero en la pantalla, quedando al centro de la misma. Al ser de diámetro bastante reducido, permite que la barra de tareas quede en unos 5,6 milímetros, con lo cual está bastante ajustada al texto (sin llegar al récord de los 4,5 milímetros de Samsung) y favorece la visualización y el aprovechamiento de la pantalla por parte de la interfaz.
La pantalla en general da muy buena experiencia, tanto por la sensibilidad táctil como por la visualización. Lo único que quedaría sería atender al ajuste de brillo automático, que es algo lento en reaccionar y queda alto en situaciones de baja luz, pero en el resto de aspectos cumple.
Rendimiento: una actualización justa que resulta suficiente
Es el mismo procesador que incluyó su primo mayor, el POCO X3 NFC, lo cual nos indica que no es nuevo, pero que puede ser suficiente. En este caso efectivamente también lo es, sin apreciar que al móvil le falten recursos de hardware para ejecutar bien las apps más exigentes.
Software: los fantasmas de pasado con una MIUI también “del pasado”
Xiaomi presentó MIUI 12.5 y entre todos los móviles a los que llegará en el segundo trimestre de 2021 no estaba éste incluido (no “existía” oficialmente), pero viendo que están todos los Redmi Note 9 cabe pensar que más adelante también se incluya a éste quizás en el tercero. Así, por ahora lo que tenemos en el Redmi Note 10 Pro es MIUI 12.0.1 sobre Android 11.
Los ajustes generales se mantienen también respecto a lo previo en cuanto a secciones y aspecto, con ligeros cambios y adaptaciones, pero con apartados poco habituales como “Funciones especiales” o “Ajustes adicionales”. Es por eso que, como en cualquier otro móvil con MIUI, convenga explorar un poco las opciones. Ya hemos visto que en el caso de la pantalla hay bastantes opciones de personalización, por lo que esto nos sirve para aprovechar la dosis extra de personalización que proporciona la capa de Xiaomi.
Vemos de nuevo Game Turbo, una sección de opciones para juegos que podemos abrir a modo de cajón de los mismos. Hay algunas opciones activadas de manera automática, pero lo interesante es explorar las posibilidades para llegar, por ejemplo, a los ajustes táctiles por juego. No notaremos una diferencia exagerada, pero es un buen complemento para los más jugones.
Con ésta y el resto de opciones, MIUI sigue siendo una capa muy completa que normalmente da buena experiencia. Eso sí, a 60 Hz seguimos experimentando cierto lag que nos recuerda a los Redmi Note 9, pero viendo que los juegos van muy bien sigue pareciendo cosa de la optimización del software.
Biometría
Como hemos comentado antes, el lector de huellas se ubica en el lateral. La experiencia es prácticamente la misma que en otros Redmi o Xiaomi con este tipo de sensor, siendo un desbloqueo rápido y efectivo. De hecho, es tan sensible que si apoyamos sin querer el dedo se desbloqueará con apenas hacerlo, aunque con el dedo algo humedecido no funciona.
Cámaras: esperábamos más de un salto teóricamente cualitativo
- Cámara principal: sensor de 108 megapíxeles (1/1,52 pulgadas, 2,1 μm por píxel) con lente de 6 elementos con apertura ƒ/1.9.
- Ultra gran angular: sensor de 8 megapíxeles con lente con campo de visión de 118 grados y apertura ƒ/2.2.
- “Telemacro” (macro para los amigos) con sensor de 5 megapíxeles y lente con apertura ƒ/2.4.
- Sensor de 2 megapíxeles para profundidad con lente con apertura ƒ/2.4.
- Cámara frontal con sensor de 16 megapíxeles y lente con apertura ƒ/2.45.
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